15 errores frecuentes a la hora de aplicar Montessori en casa

Durante las últimas semanas he estado pensando mucho sobre el Método Montessori. Como aquí ya vimos por dónde empezar y en el fantástico blog de Tigriteando (!si no lo conoces, te encantará!) se encargaron de resolver las dudas más frecuentes, no paro de dar vueltas a que, pese a todo lo aprendido, siempre es fácil cometer fallos a la hora de implementar el método. Por eso hoy compartimos con vosotros "15 errores frecuentes a la hora de aplicar Montessori en casa", por los que nosotros y algunos de los miembros del grupo: "Shikoba Kids Montessori y más" de facebook en el que compartimos experiencias, y al que estáis invitados, ya hemos pasado:

Demasiados materiales, demasiado juntos y de diferentes áreas
1. Amontonar demasiado material: Una casa es una casa y siempre tenemos limitaciones de espacio. Lo ideal, si no se dispone de mucho sitio, es adaptar algún rinconcito e ir rotando materiales, antes que poner demasiados y perder la estética y el orden.
Aquí igualmente demasiado y mal puesto (se deben ordenar de menor a mayor dificultad de izquierda a derecha y de arriba - abajo) Y no, no lo he descolocado a propósito, es que estaba así de mal :(
2. No saber presentar los materiales adecuadamente: Los materiales son importantes pero no lo más fundamental en el método Montessori y ello se demuestra cuando ponemos en manos de los niños los materiales sin presentaros adecuadamente. Para aprender a hacerlo recomiendo, ver muchos vídeos sobre el material a presentar y, si os es posible, alguna formación con un guía experimentado. Yo había leído mucho pero aun así, para mi fue absolutamente revelador cuando vi una presentación durante mi primer curso de la mano de Colette Chaumier.

3. Falta de base teórica sobre el método: La falta de base teórica hace que muchas veces no comprendamos la importancia de algunas pautas a seguir o materiales, a mi me costaba especialmente con los sensoriales, me parecían un poco "flojos" y con poco interés para los niños. En realidad, con el tiempo y la experiencia aprendes que son fundamentales, la base de todo. 

4. Las prisas: Queremos que nuestros hijos disfruten de las ventajas del método y de los atractivos materiales pero lo más importante es que estos lleguen a su debido tiempo respetando sus periodos sensibles.

Queremos que sean autónomos desde el primer día olvidando que es un proceso que puede llevarnos su tiempo 
5. Las expectativas: Muchas veces llegamos al método a través de hermosos vídeos (como el que vemos más abajo) donde se ve a niños que se comportan de forma tranquila y autónoma. Entonces empezamos a trabajar con nuestros hijos y esperamos que sean igual desde el primer momento. La "normalización" (proceso por el cual montessori pensaba que pasaban los niños desde un comportamiento más caótico y dependiente hasta el ordenado e independiente que se observa en las escuelas) de los niños requiere de tiempo, paciencia y capacidad de observar y seguir al niño para ofrecerles los materiales y actividades adecuados.



6. Sentirse decepcionado: Precisamente por lo que veíamos en el punto anterior, unas elevadas expectativas y el deseo de que nuestros hijos obtengan lo mejor del método cuanto antes, nos produce esta decepción que hace a muchos padres desistir del uso del método.

7. Pensar que Montessori no sirve para nuestros hijos: Hay niños más tranquilos y otros más movidos, los que tenemos del segundo tipo, podemos llegar a pensar que nuestros pequeños no pueden concentrarse para realizar las tareas como vemos en los libros y vídeos. Lo cierto es que yo me he sorprendido mucho al ver a mi Shikobito trabajar con los materiales, pero para eso, hasta llegar ahí he necesitado aprender muchas cosas y sobre todo, "acertar" con el material. Es inmediato, cuando se  presenta al niño el material que necesita en el momento adecuado, las cosas salen solas.

El material casero es una estupenda opción para el hogar. Para muestra nuestros rasques no metálicos hechos con goma eva plastificada



















Barras cortas hechas de papel plastificado y "armadas" sobre palitos de polo
8. Querer tenerlo todo: Las casas de niños son tan bonitas y los materiales tan llamativos que una vez que se empieza es complicado parar. Generalmente, en una vivienda normal, no hay ni sitio ni presupuesto para poder tener todos los materiales que quisiéramos. Nosotros intentamos hacernos con los que creemos que más necesitan los Shikobitos en cada momento, bien comprando (nuevo, de segunda mano o artesanal), bien haciéndolos nosotros mismos. Lo más importante es ver los materiales con los "ojos de la imaginación" para poder captar qué dificultad pretenden aislar y poder así, buscar un sustituto que nos ayude. Igual no podemos comprar un bastidor para abrochar botones pero si fijarnos y elegir un abrigo con botones gorditos para que el pequeño pueda practicar.

Se pueden hacer materiales caseros muy bonitos con un poco de imaginación

Para emparejar colores o buscarlos en el mundo ;)
9. Sentirse mal por no poder tenerlo todo: Cuando empezamos a trabajar con los materiales, tan vistosos, que prometen tan buenos resultados,... es casi imposible no querer tenerlos todos. Lo ideal es hacerse con los básicos que necesitemos de cada área y, si es posible, coordinarse con otros papás para hacer compras colectivas e ir turnándose los materiales. Una vez terminado su uso siempre se pueden vender de segunda mano para poder invertir en otros nuevos.
La autonomía es algo que debe buscar el niño y no una imposición por parte del adulto
10. Pensar que fomentar la autonomía significa que el niño se lo haga todo de buenas a primeras: A veces trato con papás que al acercarse al método piensan que es una especie de billete de lotería premiado. Creen que su aplicación supone no volver a vestir al niño, no tener que darle de comer nunca más y cargarlo de actividades como limpiar, ocuparse de su ropa, juguetes,... En cierto modo esto es así, gracias al método se consigue una enorme autonomía física pero lo más importante no es si tu hijo hace estas cosas antes o después (todo el mundo termina por hacerlas y si te pide ayuda dásela porque detrás puede que te esté pidiendo otra cosa como atención, afecto, compañía,...) Lo verdaderamente importante es la autonomía moral, aprender a tomar sus propias decisiones y, para esto, los padres tenemos que trabajar mucho, deshacernos de prejuicios sobre las cosas que pueden o no decidir (si quieren una u otra ropa, si comen,si se bañan, si eligen un determinado peinado o corte de pelo,...) En nuestro caso, por defecto, intentamos que puedan elegirlo todo, siempre que no se dañe nada ni a nadie y nuestras posibilidades lo permitan.
Ser un referente para nuestro hijos es fundamental, aprenden copiando lo que ven
11. Olvidar ser ejemplo: A veces pedimos para nuestros hijos cosas que ni nosotros mismo somos capaces de hacer. Les engañamos pero pretendemos que sean honestos, intentamos conseguir nuestros objetivos a través de cualquier medio (como haciéndonos con documentación con derechos de autor sin pagar por ellos) pero queremos que sean honrados, nos rasgamos las vestiduras si dicen palabrotas que son comunes en nuestro vocabulario y así un largo etcétera. No se trata de convertirnos en santos de la noche a la mañana pero si de tomar conciencia de quienes somos y de lo que estamos exigiendo a los niños. Seamos un poco más condescendientes con ellos y con nosotros.

12. No observar suficientemente al niño: Nos cuesta tanto aprender sobre edades adecuadas, preparar los materiales más oportunos para las mismas, que nos olvidamos de mirar a nuestros hijos, de ver cuales son sus necesidades reales en el momento y esto nos conduce a pretender que estén en el periodo sensible que nos gustaría y no en el propio. Como decía María Montessori: "sigamos al niño"
Una correcta presentación de los materiales es fundamental
13. Pensar que la casa es una escuela: A veces, en nuestro afán de dar a nuestros hijos lo mejor, nos olvidamos que lo más fundamental para ellos es disfrutar de su hogar como refugio del mundo, de las prisas y de los horarios estresantes en compañía de sus padres. Por mucho que queramos enseñar a nuestros hijos, estos necesitan de espacio para jugar libremente, ser desordenados "cuando les toque" y recibir mimos aunque sea en forma de que les pongamos un zapato.

14. Olvidar que el niño no puede ser autónomo mientras tenga otras necesidades emocionales: Cuando María Montessori desarrolló su método la teoría del apego aun no se conocía y por ello, en ocasiones, puede parecer algo rígido. No olvidemos el sentido común ni en la educación ni en la crianza. Es maravilloso ver cómo los niños adquieren autonomía a través del método pero no perdamos de vista la parte emocional que nos corresponde cubrir a los padres. Nosotros somos sus primeros maestros pero sus únicos padres. 

15. Creer que Montessori tiene que ser todo o nada: Esto es muy común entre "expertos", pensar que el método debe ser un todo (y lo es, claro) pero, honestamente, no creo que exista ningún problema añadido en que alguien (bien escuela, bien en casa) decida enseñar, por ejemplo, matemáticas a través de los materiales del método y no recurrir a él para algún otro área. Cada niño y cada familia son un mundo y cada cual debe adaptarse a sus circunstancias. Quien quiera preservar la esencia integra del método que lo haga, pero que el conocimiento fluya para que cada cual, haga con el lo que considere oportuno.

¿Qué te parece?, ¿Qué errores has cometido tú?, ¿Te ha sido de utilidad?, No te olvides de dar a compartir o dejar algún comentario, si te ha gustado ;)
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12 comentarios:

  1. Hola, este post me ha venido como un guante. Especialmente a lo que se refere a los primeros puntos. Muchas veces penso en desistir porque lo veo dificil, mi hijo va a un colegio tradicional y me da la sensación que doy mensajes contraditorios y él no sabe que hacer. No puedo comprar materiales (mi marido está en paro), hacerlos yo misma tampoco porque no tengo talento para eso, soy una verdadera inutil con las manualidades. Hacemos vida pratica y sensorial, con lo que tenemos, y a él le gusta, pero por ejemplo, me gustaria hacer lengua y no consigo ni empezar. Penso que es más facil si el niño va a un cole montessori o si la madre tiene tiempo y maneras para hacer homeschooling, pero este no es mi caso. Mi siento muy frustrada. Una vez me han dicho que montessori es una filosofia y no una serie de actividades, entonces quiero leer sus libros antes de desistir del todo. Estoy con el de Tim Seldin pero no me gusta, lo veo resumido, no se profundiza. Y es verdad, en los blogs y en youtube se ve niños tan concentrados, tan ordenados, autonomos, y la realidad es otra. Mi hijo nunca limpia lo que ensucia y para ordenar sus juguetes es una lucha. Dejar el ambiente preparado no fue suficiente.

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    1. Hola Alessandra, ya se que es muy complicado pero, como siempre digo, donde hay voluntad nunca faltan medios. Sigue leyendo y profundizando para conocer, no tanto la parte de los materiales, como la de la concepción del niño y de la infancia, no olvides nunca que sólo es un niño y que no debemos ser demasiado estrictos, ante todo, eres su madre. Mucho ánimo que estoy segura, leyendo como hablas de tu peque, de que lo haces mucho mejor de lo que imaginas. Un abrazo.

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    2. Para trabajar lengua podéis escribir en bandejas de arena o hacer las letras de lija q son muy faciles

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  2. Me ha encantado.....debo reconocer que he cometido mas de uno.
    Sobretodo querer tenerlo todo! Adoro Montessori y es difícil elegir.
    GRACIAS por la información, Laura

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    1. Hola Laura, gracias por tu amable comentario.Cómo te entiendo con lo de tener que elegir! Esto es como un veneno, una vez que empieza uno es difícil parar :)

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  3. Muchas gracias por este post, me ha sido de 4 gran ayuda :)

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    1. Gracias a ti por tu comentario, sabernos útiles nos ayuda a querer seguir compartiendo :)

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  4. Gracias por este post!! Anima a seguir... A veces pensamos que sólo nos ocurre a nosotr@s y resulta que "más o menos" tod@s pasamos por los mismos trances al intentar aplicar el método... De nuevo mil gracias! Un saludo ♡

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    1. La verdad es que a nosotros nos pasa igual, parece inasequible y que lo hacemos todo mal hasta que te das cuenta de que lo que te ocurre es más o menos lo que a otros, la vida a fin de cuentas. Gracias por tu comentario!

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  5. A mi también me ha venido genial!! Muchas gracias! Estoy agobiada por tantas cosas y lo quiero todo y ponerlo todo en practica que al final no se ni por donde empezar!! Otras veces pienso como saber si es un periodo sensible o no... Mi peque ahora no para de decir los números, pero le pongo tapones para contarlos-que me parece lo más fácil- y no quiere, así que no se como hacerlo! ¿Por donde empiezo? Ahora esta obsesionado con los semáforos y los colores rojos, verde y amarillo, ¿le hago las tablas de color? Ya le he hecho la 3, he empezado por el final, jaja. Ves? Agobiada total... De cualquier forma, gracias porque me siento mejor!!

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    1. Sobre todo tranquilidad, cuidar a nuestros peques con mucho amor e ir paso a paso. A veces nos adelantamos. Antes de la caja 3 están la 1 y la dos por una razón ;) Con lo de contar las mates son mucho más que eso, agrupar, emparejar, hacer filas,...todo eso es matemáticas. Empieza por cosas muy simples y paso a paso cada vez. Poco a poco y, sobre todo, lee mucho que eso te dará perspectiva y seguridad a la hora de hacer y elegir actividades. Sigue a tu niño! :)

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  6. Hola! Yo estoy empezando, estoy sobre todo documentándome, pero leyendo el post veo que estoy cometiendo todos los errores. Además mi hijo no muestra el menor interés por las actividades que le propongo. Tal vez sea porque ya tiene 3 años y sea tarde para empezar, o porque no se las presento adecuadamente. El caso es que prefiere sus juguetes o la tablet. 😞
    Gracias por los consejos! Seguiré por aquí aprendiendo cosas.
    Un beso!

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