Claves para reconocer a los papá-morro en el parque

Claves para reconocer a los papá-morro en el parque

¿No os ha pasado alguna vez en el parque que, después de lo que cuesta salir de casa (preparar la bolsa, la merienda, el agua, elegir los juguetes, etc), al llegar, sacan tus hijos las palas y empiezan a aparecer "depredadores" hasta que, de repente, tus pequeños se han quedado sin nada? Lo peor es que siempre hay por allí algún papá-morro que tiene la cara dura de decirte que él no baja nada porque luego su hijo no juega con ello. 

Pues vale, pues que no juegue, pero por lo menos que lleve algo para intercambiar con los demás y que todos tengan algo; porque jugar, lo que se dice jugar, si que parece gustarle, al menos, con las cosas de los demás.

En cualquier caso, aquí la responsabilidad principal, como casi siempre, es de los progenitores, a fin de cuentas, los niños están programados para jugar con lo que sea. Por eso, hoy os dejamos unas pequeñas pautas, en clave de humor, para poder reconocer a estos papá-morro:

1. No te fíes del género, los hay tanto femeninos como masculinas. A veces van en pareja y hasta en auténticas manadas que se llegan a juntar, por lo general, alrededor de un banco que se puede reconocer fácilmente como "su territorio".

2. Jamás pisan el arenero o juegan con sus hijos. Llegan al parque y sólo les falta arrojarlos a la arena cual cristianos en época de los romanos. Si su pequeño se cae, pega o es abducido por los extraterrestres, suelen ser los últimos en enterarse.

3. Es fácil ver a sus pobres hijos pidiendo infructuosamente, durante largo tiempo, que les suban o bajen del columpio o que les empujen. Las palabras "date tú solo", "tienes que aprender", o "ya eres grande para eso" están a la orden del día en su vocabulario.

4. Por supuesto NUNCA echan un solo juguete a la hora de bajar al parque (que vaaaale, que a todos nos ha pasado, que no teníamos planeado ir y terminar allí sin nada, ¡Pero no cada día!) Lo peor es ¡Qué se regodean de ello! 

5. Si tu hijo protesta porque le desvalijan, tienen la desfachatez de reprenderle diciendo que "hay que compartir".

6. Es muy habitual verles en posesión de sendas bolsas de pipas que, para más inri, comen tirando al suelo las cáscaras.

Seguro que al leer esto te has acordado de alguien en tu parque habitual o peor, te has visto identificado como un papá-morro en toda regla y ni siquiera te habías dado cuenta. Si es así, no te apures, aun estás a tiempo de redimirte y volver a ser un miembro querido de la sociedad. Lo único que tienes que hacer es coger una bici, unas palas y/o una pelotita antes de bajar al parque. El resto de padres y niños te lo agradecerán.

¿Y tú, reconoces a los papás-morro cuando los ves?, ¿Te has sentido identificado?, ¿Cuál ha sido la situación de más morro que te ha tocado vivir? No te olvides de dar a compartir o dejar algún comentario, si te ha gustado ;)

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