20 Cosas que me gusta que mis hijos me vean hacer o cómo educamos en valores en casa



Creo que la mejor manera de transmitir valores y educar es a través del ejemplo, por eso hoy os comparto estas 20 cosas que me gusta que mis hijos me vean hacer, no solo como una manera de educar sino también como un ejercicio de re conversión personal.

1.- Leer: La verdad es que siempre me ha gustado leer y, pese a que los tiempos en los que leía cualquier cosa en 3 días o menos pasaron (ahora como mucho puedo terminar un libro cada 3 meses), siempre he intentado encontrar un rato para leer delante de mis hijos. Tras mucho tiempo en los areneros ahora, por fin, puedo bajar al parque con un libro y leer un par de hojitas mientras ellos juegan. En realidad si lo pienso bien, durante este tiempo no he dejado de leer tanto, es solo que he cambiado las cosas que solía por cuentos infantiles.¿A ti también te ha pasado, verdad? La biblioteca municipal se ha convertido en nuestro segundo hogar.

2.- Reciclar: Y no solo me refiero a separar el vidrio del papel, los envases y el plástico, también a dar nuevos usos a cosas que ya no nos sirven, ademas de adquirir y vender cosas de segunda mano.

3.- Abrazar: Sí, lo confieso, nunca he sido especialmente afectuosa pero he descubierto el enorme poder sanador y energizante de los abrazos y quiero que mis hijos crezcan con el. Así que si nos encontramos algún día no te sorprendas si te llevas un enorme achuchón.

4.- Saludar al entrar a algún sitio público y despedirme al salir: Saludar, dar los buenos días, tardes o noches y despedirnos en voz alta al marcharnos es algo que nos parece fundamental y, por supuesto, hacerlo con una enorme sonrisa. ¿Lo habéis probado? A las personas a las que saludas así les cambia el semblante y haces su día un poco más agradable. Además la respuesta que dan suele más amable y agradable por lo que, teniendo en cuenta el poco esfuerzo que supone, merece la pena.

5.- Pedir por favor y dar las gracias: Nunca he entendido eso de decirles a los niños "¿cómo se pide?" o "dime gracias". A mis hijos, acostumbrados a que les pidan las cosas así y se las agradezcan les sale solo y a fin de cuentas, es una lección de modales y cortesía Montessori (que tanto nos gusta en casa). La cortesía en una sociedad cada vez más áspera, aparentemente, se vuelve más que necesaria.

6.- Pedir perdón: Reconocer los propios errores y pedir perdón es un acto de humildad que todo niño tiene que aprender de sus padres. Si nunca damos nuestro brazo a torcer nos colocamos en una falsa posición de superioridad moral, en cuanto el niño vea que somos humanos y que todo ha sido una pose perderá su confianza en nosotros.

7.- Sonreír a todo el mundo: No cuesta nada, de verdad ¡es GRATIS! y además te hace sentir bien a ti y a los que te rodean, es como ir sembrando buen rollo y puesto que, como os he puesto, es totalmente gratis todo son beneficios. Me gusta que mis hijos vean lo que pasa cuando sonríes a los demás y lo mucho que recibes.

8.- Ayudar a los demás: Cualquier situación es buena, la vecina cargada con las comprar a la que le coges una bolsa o abres el portal (aunque ya se hubiese cerrado la puerta al salir), el músico que nos regala unas notas a cambio de un aplauso y una moneda, el cacao de comercio justo,... Pequeños gestos, muchos que no cuestan nada y que hacen del mundo un sitio mejor para todos.

9.- Trabajar: El trabajo forma parte de nuestra vida y me gusta que mis hijos puedan ver que todos tenemos cometidos importantes, dentro y fuera de casa. Todos tenemos un trabajo para que la sociedad pueda funcionar, si nos tuviésemos que proveer cada uno de todo lo que necesitamos la vida sería mucho más dura para todos, por ello también es fundamental transmitirles la idea de que todos los trabajos son importantes.

10.- Arreglar cosas (o intentarlo al menos): En la sociedad del usar y tirar me gusta transmitirles a mis hijos que es importante valorar las cosas y evitar producir más de las necesarias (cuestiones ecológicas y de sostenibilidad) por eso no me gusta tirar las cosas a la primera de cambio porque estén rotas, por muy barato que sea reemplazarlas. En casa la primera opción, siempre, es intentar arreglarlo. 

11.- Hacer trabajos manuales: Lo cierto es que soy bastante desastre en estas lides pero me gusta que ellos vean que se puede hacer algo de la nada con nuestras propias manos. Coser, dibujar, hacer manualidades, todo vale y además de entretenido es muy relajante y gratificante. En casa cuidamos especialmente el tener detalles hechos por nosotros cuando tenemos que hacer regalos a los demás. 

12.- Discutir con el papá: Ya sé que esto suena raro pero para empezar, tendría que puntualizar qué es "discutir" para nosotros. Entendemos por discusión el intercambio razonado, educado y argumentado de puntos de vista y opiniones distintos. Muchas veces he oído a parejas decir que ellos jamás discuten delante de sus hijos y que se muestran absolutamente firmes y coordinados en las normas. En casa valoramos que cualquiera nos de su opinión y a fuerza de vernos hacerlo los Shikobitos aprenden a hacer valer sus opiniones hasta el punto de saber que con argumentos se nos puede convencer, que las normas pueden cambiar y adaptarse a las situaciones que así lo requieran. Democracia, flexibilidad y asertividad al poder!

13.- Compartir las tareas del hogar con el papá: En casa no tenemos un reparto equitativo, el que está en casa va haciendo y cuando estamos los dos, hacemos los dos. Además de poder vernos a cualquiera de los papis desenvolviéndonos en las tareas del hogar, los peques, en la medida de sus posibilidades también participan de ellas creciendo en un ambiente igualitario.

14.- Usar racionalmente la tecnología: Últimamente hay una corriente "tecnofóbica" que parece temer el mal uso de los pequeños de la tecnología, nuestra posición en este tema es coherente con la que tenemos prácticamente con todo: es mejor enseñar a usar bien que prohibir. Y una vez más la mejor manera de enseñar es aportar un buen ejemplo. No mirar el teléfono cuando estás en medio de una conversación, tener desconectados los avisadores acústicos de entrada de mensajes, medir el tiempo que dedicamos al ordenador, etc,...

15.- Luchar por lo que creo: Casi desde que tengo uso de razón he estado ligada a alguna causa, recuerdo el solemne entierro de una mosca que organicé cuando un compañero del cole la mató,  mis enfados al volver de las reuniones de la cruz roja por habernos tenido la tarde pintando en vez de aprendiendo primeros auxilios, la asociación cultural del instituto dónde cada mes investigábamos alguna causa y elaborábamos acciones,... Con la edad y la maternidad esto también ha seguido formando parte de mi vida formando parte de alguna asociación. Que mis hijos vean que dedico parte de mi tiempo y esfuerzo en pos de los demás creo que es una lección más que importante. Ojalá cuando ellos sean mayores no queden causas por las que luchar, pero si no es así espero transmitirles la idea de que cualquiera, en cualquier parte es capaz de cambiar el mundo si se lo propone.

16.- Ser amable con todo el mundo: Al igual que lo de sonreír y dar las gracias es totalmente gratis, repito que sé que a todos nos mola GRATIS!!! así que no hay escusa y, ¿sabes un secreto? Siempre, siempre, siempre terminas recibiendo más de lo que das.

17.- Sentir fascinación ante las pequeñas y grandes cosas de la naturaleza que suceden a nuestro alrededor: No lo puedo evitar, me maravillan los colores de los atardeceres y amaneceres, las caprichosas formas de los remolinos de aire y esos pequeños tesoros que esconde la naturaleza (si supiese un poco me hincharía a setas, siempre soy la que más encuentra pero más que comerlas lo que me fascina de verdad es descubrirlas donde nadie más las ve y observar sus formas) Esto trato de transmitirlo a los peques a través de preguntas, ¿qué ves ahí?, ¿te has dado cuenta de...? Y sabes qué, funciona!! Ahora son ellos los que muchas veces encuentran tesoros primero: un nido de pato, ¡con huevos!, una lagartija o una piedra con vetas que forman un dibujo. Aprender a apreciar la naturaleza nos hace cuidarla y respetarla, qué mejor manera para interiorizar esta lección que disfrutándola.

18.- Poner nombre a las cosas que siento en cada momento: La falta de una adecuada educación emocional es uno de los grandes males de la humanidad. No sabemos gestionar nuestros sentimientos y eso nos causa muchos problemas tanto personales como de relación con los demás. Aprender a identificar las emociones y  nombrarlas en un paso importante para aprender a manejarlas. Además, a los niños a veces les cuesta distinguir entre algunas de ellas (enfado, tristeza, miedo,...) y si no les decimos cómo nos estamos sintiendo pueden llegar a creer que la situación es por su culpa. Recuerdo que una amiga me contó que su peque pensaba que estaba enfadada con él cuando en realidad lo que ocurría es que ella estaba triste por la muerte de un ser querido. Dar nombre a las cosas es el primer paso para aprenderlas y hacerlas nuestras, regalemos emoción a nuestros pequeños.

19.- Escuchar música de todo el mundo: En casa somos un poco frikis con lo de la música, nos gusta la tradicional de todo el mundo que, además de ayudarnos a "educar" el oídon nos sirve para aprender sobre la diversidad. 

20.- Cuidar a nuestros mayores: Los Shikobitos tienen la suerte de conservar a sus abuelitas, a un abuelito, !y hasta a una bisabuela¡ Por eso nos gusta visitarlos a menudo y brindarles nuestro afecto y cuidados no como una obligación sino con alegría, como un acto de amor y de agradecimiento por todo lo que ellos nos han dado siempre.

¿Y a ti, qué te gusta que te vean hacer tus hijos?, ¿crees que se puede educar en valores sin un modelo que los refleje?, ¿estamos los padres preparados para afrontar la tarea de re convertirnos para educar?

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11 comentarios:

  1. Me he sentido muy identificada con lo que comentas en este post... creo que tan mal no lo estoy haciendo ;)

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    1. Modestia aparte, creo que este es el mejor camino, me alegra estar compartiendo la misma senda contigo ;) <3

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  2. Bravo Vanesa, te felicito por ser como eres!! que gran legado para tus hijos...

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    1. Me emocionas Vane, especialmente alguien como tú si que sabe ser ejemplo y dejar un gran legado. Qué suerte tienen todos tus peques ;)

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  3. ¡Genial! Hay que dar ejemplo a los niños siempre, es mucho más efectivo y sobre todo mucho más coherente. Me ha recordado algo que veo mucho y me molesta: cuando los papás cruzan la calle con sus hijos sin paso de peatones o con el semáforo de peatones en rojo. Me molesta mucho, porque luego no queremos que ellos lo hagan cuando están solos...
    Me ha encantado comprobar que hay familias (y seguro que son muchas, pero es más fácil ver lo negativo) que lo hacen tan bien. Tus peques tienen mucha suerte.

    Seño Punk

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    1. Wow, viniendo de ti sabe doblemente bien el comentario, te admiramos mucho en casa Seño Punk! Aunque el ejemplo que has puesto me hace mucha gracia, nosotros enseñamos a nuestros peques a "cruzar mal" Entendemos que en el futuro, cuando vayan solos por la calle habitualmente, no siempre querrán o podrán llegar a un paso de peatones y por ello les enseñamos las pautas para "cruzar mal" bien. Tenemos dos reglas fundamentales:
      1.- Cruzar con seguridad, por sitios con visibilidad suficiente y asegurándonos de que no pasan coches.
      2.- Que nuestra acción no suponga molestia para los conductores (estos no deben tener que aminorar o parar por nuestra causa)
      Aun así, aceptamos si nos regañas por intentar ser un buen "mal ejemplo" ;)

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    2. Aysss, que me sacas los coloressss! Jajaja
      Pues no os voy a regañar porque no soy nadie para hacerlo, Dios (o quien sea) me libre! Y porque me parece bastante lógico también. Ahora bien, te prometo que me cargo mentalmente a cada papá o mamá que cruza en rojo y además corre con el niño al lado. Es que no puedo, grrrrrr! XD

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  4. Tan sencillo y tan complicado a la vez... Nosotros llevamos a la práctica tus ideas diariamente. La educación emocional no falta en casa y nuestros hijos demuestran sus sentimientos con besos y abrazos y ponemos en común nuestras opiniones a cada instante. Excelente entrada.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras Alicia! Cada vez más las familias intentamos tomar conciencia de las cosas que son realmente importantes a la hora de educar. Me alegra ver que no estamos tan solos ;)

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  5. Me ha encantado, intento ser un buen ejemplo para mi hija, aunque he notado que desde que apareció en nuestras vidas, hay ciertos aspectos que no nos cuentan esfuerzo alguno, como sonreír a todas hora o repartir felicidad y buen rollo :)
    Espero que con el paso de los años sigamos esforzándonos tanto como ahora.
    Me encanta vuestro blog, sois un gran ejemplo

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    1. Mil gracias Anneta, por tus palabra y por ir repartiendo buen rollo y felicidad (nos ha llegado hasta aquí) Felicidades por esa peque, tiene mucha suerte!

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