Derecho a cambiar de opinión

Hace algún tiempo, una amiga me contaba que estaba harta de su hija. En poco tiempo se había apuntado y borrado de baile, gimnasia, natación, ... La última ocurrencia de la nena había sido entrar en el un equipo de fútbol. Mi amiga estaba muy enfadada, me decía que, si finalmente decidía permitir que se apuntase, la obligaría a permanecer en el equipo. Pero... ¿Qué ocurre cuándo obligamos a un niño pequeño a asumir las consecuencias de sus decisiones?, ¿No tienen "Derecho a cambiar de opinión"?

Derecho a cambiar de opinión
Es cierto que a veces los niños parecen inconstantes pero lo que ocurre es que están en pleno proceso de descubrimiento del mundo y es complicado comprometerse con algo que desconocen, hasta haberlo probado.

Si obligamos al niño a asumir un compromiso con algo sobre lo que no tiene referencias se pueden producir tres cosas:

1. Que no querrá volver a arriesgarse a probar, perderá interés por las cosas nuevas.

2. Que no confiará en nosotros. El temor a nuestra reacción o a las represarías que podamos tomar minará la confianza del niño. 

3. Que su zona de confort será muy pequeña. La costumbre de moverse en entornos seguros le impedirá experimentar y ampliar sus horizontes.

Entonces, ¿Por qué nos molestan tanto estas cosas?, ¿ Cuál es el verdadero problema?, ¿Cómo podemos hacer para que no nos contraríen tanto?

Estas cosas nos molestan tanto ya que, realmente, para nosotros si que suelen tener consecuencias económicas, organizativas y hasta sociales; ¿A quién no le ha venido algún bienintencionado a decirle lo "inconstante" que es el niño y cómo hace de nosotros lo que quiere?

El verdadero problema es que tratamos las decisiones de los niños como si fuesen las nuestras, pensando que son firmes y conociendo todos los factores. Una vez que tomamos conciencia de que ellos sólo están experimentando se pueden enfocar las cosas de otra manera, para evitar, en la medida de lo posible, la aparición de conflictos. 

Bajo esta premisa, en vez de apuntar al niño a karate (por poner un ejemplo), comprarle el equipo, federarle, pagar matrícula anual y mes completo, ¿Por qué no pedimos la posibilidad de probar sin compromiso? Tal vez, que pueda asistir a alguna clase como observador o invitado le ayudarán a tomar una decisión más responsable. Y siempre, buscar la opción que, económicamente suponga menos "riesgo". Que sí, que el club de tenis es buenísimo pero antes de saber si al niño realmente le interesa jugar, ¿no sería mejor que probase en la escuela municipal? Y lo mismo con respecto a las equipaciones, se puede ir sin ellas los primeros días en caso de uniformes y que nos presten los básicos (raqueta, protecciones, etc)

Pese a todas nuestras precauciones, recordemos que es fundamental respetar la decisión del niño de abandonar la actividad. A veces, hay factores que se nos pueden escapar (maltrato, acoso, abusos sexuales) que el pequeño acabará sufriendo si piensa que nos enfadaremos con él si lo deja.

En muchas ocasiones escucho a mi alrededor o leo lo importante que es que los niños asuman las consecuencias de sus actos. Esto, en cierto modo no deja de ser verdad, pero aun más importante es que los niños crezcan felices y sabedores de que pueden confiar en nosotros.

¿Qué te parece?, ¿Has tenido alguna vez problemas de este tipo con tus peques? No te olvides de dar a compartir o dejar algún comentario, si te ha gustado ;)

Si quieres mantenerte al tanto de todo lo que hacemos en ShikbaKids no te olvides de suscribirte a nuestro boletín, dar a "me gusta" en nuestra fanpage y seguirnos en twiter.



0 comentarios:

Publicar un comentario