Enseñar a compartir (I)

Compartir es disfrutar de la vida en compañía

Constantemente los niños son bombardeados con frases que los padres usamos cual mantras durante toda su infancia. Quizás una de las más populares sea la de "hay que compartir..."

Pero ¿Por qué hay que enseñar a compartir?

Pues muy simple, compartir es bueno, y no tanto para los niños como para los adultos. Compartir es una de las bases de la solidaridad y esta, a su vez, una pieza fundamental en la sociedad. Al menos, en la sociedad ideal a la que todos aspiramos, y en la que nos sea mucho más agradable vivir (beneficiándonos no solo de la solidaridad ajena, sino también de la satisfacción que produce ejercer la propia para con los demás ). Por ello, para tener una sociedad mejor debemos enseñar a compartir desde la infancia. Es parte de lo que llamamos "educación en valores". En este simpático blog hablan sobre la posibilidad de que todos los problemas que sufre nuestra sociedad se pueden deber a una "Crisis de compartimiento"

¿Como enseñar a compartir?

Hacemos lo que vemos, recuerda que el ejemplo
empuja  más que las palabras. 

Pues como con casi todo lo demás, la mejor manera de enseñar a compartir es con el ejemplo. Y con esto no me estoy refiriendo a compartir alegremente las cosas del niño con un montón de pequeños desconocidos en el parque. Debemos ser generosos en nuestra vida, prestar nuestras cosas a nuestros hijos cuando nos las pidan y, si es necesario, hasta llevar nuestros propios juguetes al  parque para prestarlos a otros niños.

Al igual que hacemos nosotros, debemos enseñar a ser selectivos con qué y a quien prestamos nuestras cosas. Nosotros nunca dejaríamos la llave de nuestra casa al primer desconocido que nos la pidiese por la calle, pues por el mismo motivo, debemos respetar que nuestros hijos tengan cosas importantes para ellos, que no deseen compartir con cualquiera.

Respetar la propiedad de las cosas del niño

Es importante que sea el niño quien decida que hacer con sus cosas, si las quiere prestar o a quien. A fin de cuentas, el altruismo no se puede, ni se debe imponer. En todo caso solo conseguiremos que hagan nuestra voluntad y no la suya. Así que ya sabes, habla a tu hijo a cerca de las bondades de compartir, enséñale con tu ejemplo y demuéstrale que sientes respeto hacia él, hacia sus cosas y sus decisiones. De este modo no solo le enseñarás a que comparta sino a cómo ser generoso en la vida, y no solo con las cosas materiales.

¿Qué te ha parecido?, ¿Qué haces tú para enseñar a compartir? No te olvides de dar a compartir o dejar algún comentario, si te ha gustado ;)

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